Siempre he pensado que el olor es lo más importante, pero además del aroma para definir la presencia... se desprende la moda. Desde hace varios años, la moda me ha dado varias razones para seguir viviendo. Y por más extremo que llegue a parecer, es la verdad. Me inspira, me cambia y me innova. Y para muchos no es nada más que estilo, o harapos... yo qué sé.
La moda siempre desemboca majestuosidad. Mucha clase. Y la moda no es sinónimo de nuevo, más bien sinónimo de masa. Sinónimo de saber. Si alguien viste de manera peculiar sin tener poder... dudo que se cree una tendencia. Pero si algún mandatario de cualquier índole impone ciertos comportamientos y textiles ante una población determinada, muy probablemente se vuelva costumbre.
"La manera de vestir de quien gobierna o manda suele ser imitada por los funcionarios o lambiscones que le rodean: entre nosotros, el sombrero de cuatro pedradas que usó Don Venustiano Carranza fue el modelo para sus generales y adictos. En el gobierno establecido, durante las etapas de Alvaro Obregón y Plutarco Elías Calles se llevaron mucho los trajes de "azul diputado" -que no era ni el claro del cielo ni el oscuro del mar-. Después fueron sustituidos por el atuendo un tanto desarreglado de los tiempos del general Cárdenas; algunos exageraban la nota usando camisas de lana oscura, a cuadros, en pleno calor; americana y pantalones caídos. Cuando, en cierta ocasión, Cárdenas firmó con tinta roja, quizá por carecer de negra, los oficiosos cambiarn a este color la tinta de sus plumas y las cintas de sus máquinas de escribir. Los trajes de alpaca los inauguró el tropical de Don Miguel Alemán; y esa brillantez, más acharolada de día en día, la conservaron los amigos de Don Adolfo López Mateos tal vez porque al presidente le habían regalado un corte de alpaca brillante que se vio obligado a exhibir. La corbata de lazo de Don Adolfo Ruíz Cortines fue moda de su tiempo y motivo de salados chistes, pero bruscamente desapareció de los cuellos de ministros y amigos porque el austero señor seguramente les hizo una advertencia a propósito de lo poco que le gustaba ser imitado. En la época de Don Luis Echeverría nos llegó la moda, ya un tanto olvidada, de ponerse guayabera y recorrer el Tercer Mundo, mientras algunos de los que quedaban en la Capital se calzaron las botas para seguir triunfantes del tercermundismo y pasar a una categoría mejor."
...o sea, nos llegó Vicente Fox. Y ahora también resulta que usar lentes de López-Dóriga es la moda impuesta por Calderón. Eso y las camisas de algodón con corbata incluída en el paquete.
