Monday, December 7
¿Y esto qué?
Hay cosas que uno hace, digamos, con anticipación y una chispa de emoción porque en realidad uno desea que sucedan. En REALIAD. No sé como explicarlo, ya que últimamente siento que mi coeficiente intelectual va en decremento, sin contar mis calificaciones y mi capacidad de asombro ante los fenómenos importantes de la vida. Quisiera que me importara lo que la profesora está diciendo, quiero dejar de creerme tan omnipotente al grado de pensar que todo lo puedo postergar con éxito. He dejado de hacer tantas cosas a cambio de otras que al principio parecen ser tangentes, pero al final del día no son más que una utopía, y el daño ya se presentó.
Ya no puedo hacer nada más por mí. Puedo dejar que mis palabras me consuman, que mis pensamientos se terminen de difuminar y seguirme lamentando por la gran exclusión de la que irónicamente estoy formando parte, o, por otro lado, tener la valentía de dejar de vivir el momento, porque me di cuenta que no es lo mío. La llave de la solución la tengo yo y sólo es cuestión de querer enderezarme. Hablar las cosas claras y dejar de lado el hecho de pensar que la vida versa sobre un sólo minuto fuera de contexto. Tal vez vivir bien no es vivir mal después de todo, seguir un poco lo correcto me haría mucho provecho.
Mil veces me comparé con los demás, con la forma de divertirse y con todos esos locos estilos de vida, llegando a la tonta conclusión de que me falta vivir. Siendo que no es así. Mi vida es casi tan maravillosa como la que siempre imaginé. Se trata de balancear todo lo que un día pensé estupendo y ridículo. No planeo llegar a un plan de acción expresando mis problemas, pero tal vez pueda aclarar muchísimas cosas que posteriormente puedo usar en contra de mi otro yo. Todos tenemos problemas que sobrellevar.
Nada de lo que me está sucediendo puede matarme, a menos que lo voltee sobre mí misma y siga saboteándome con falsas letras. Me voy a sincerar con mi pequeño mundo, y voy a tratar de escuchar lo que me sirve y lo que no de igual forma. Si, me siento sola. Si, no hice muchas cosas bien. Si, no merezco esto. Todo empieza por admitir lo bueno y lo malo en uno mismo. Tranquilidad ante todo y paz de mente, como lo que le enseño a mi hermano. El incidente viene cuando uno quiere hacer cosas que sinceramente es difícil que salgan. Dejaré de presionarme y voy a mezclar todas mis aptitudes para empezar a hacerme un bien. Empezar por mí y continuar con los demás. No me voy a forzar a actuar como se debe, simplemente actuaré con responsabilidad, solidadirdad y empatía hacia otros. De verdad, lo único que se necesita en estos tiempos, no es un iPod... es amor.