Wednesday, April 28

Escondite.


Corre que no te veo.
Respira que no te siento.
Búscame, aléjate.
Quiéreme y quiérete.

¿Un beso? No lo necesito.
¿Caricias? Quizás.
Lo que si siento ausente
es el viento, el tiempo
y todo lo que pudimos
haber hecho cuando estabas
todavía ilusionado.

Perdiste la calma
y tu nostalgia con ella...
te encontré incompleto,
y me recibiste destruído.

No te temo, a pesar
de los grandes riesgos
que para mí significas,
no me escondo sabiendo que
muy probablemente, vengas
por mi y me ataques
con las flores y los cantos.

Mi conocimiento va más alla
del entendimiento, de la razón
y de todo aquello que repito
al compás de textos más importantes;
búscame de veras, que aquí estoy.

Ya no puedo verte, ya no sé
cómo parpadear sin perderme
de tu imagen: seria y cansada
pero con un destello de ingenuidad
que presiento que un día se acabará.

Brotan de mí semillas de compasión,
pero compasión hacia quien...
si la pasión está perdida, y
los prefijos... de esos nadie
se percata.

No alcanzo a escuchar tu melodía,
¿por qué me eres tan sublime?
Déjate mortalizar, ayúdame.
Guíame a través del camino que
me llevará a trazar por fin
una vereda verdaderamente sencilla,
tanto que, cuando pase por tí
uno de estos confusos días,
tú de plano ya no estés.